¿Qué es un almácigo?
Los almácigos son el primer paso a la hora de montar un huerto ecológico, una herramienta excelente para los horticultores porque les permiten sembrar hortalizas y favorecer la germinación de las semillas en un entorno protegido de condiciones adversas como por ejemplo: heladas, vientos fuertes, granizo, lluvias, etc.
Es importante revisar el calendario de siembra y el calendario lunar para saber en qué momento es más conveniente cultivar nuestras hortalizas.
Reproducir plantas a partir de sus semillas
Los almácigos se utilizan con el objetivo de reproducir plantas a partir de sus semillas, en las situaciones en las cuales la siembra efectuada en forma directa sobre el suelo del jardín puede llegar a acarrear algún tipo de problema.
De esta manera, el almácigo permite controlar la germinación hasta que llegue el tiempo del trasplante. Un detalle muy importante para que se logre el éxito, es que las semillas utilizadas sean de buena calidad y hayan sido conservadas correctamente. Por eso, lo ideal es adquirir estos productos en comercios especializados, donde les puedan asesorar con conocimiento y experiencia sobre las mejores marcas.
Almaciguera
Los almácigos se desarrollan en un recipiente transportable llamada almaciguera. Deben tener cierta profundidad y un tamaño acorde al número de semillas a incorporar. Hay que cubrirlos con vidrio o plástico y no deben recibir luz solar directa. El sustrato a emplear siempre depende del tipo de especie.
Sustrato
Es muy importante conservar húmedo el sustrato y esparcir las semillas respetando cierta distancia entre ellas. Regar con periodicidad y mantener el recipiente cubierto; son otras dos cuestiones claves, al igual que respetar la temperatura que precisa cada semilla para su crecimiento. Cuando las plantas comiencen a germinar, es hora de iniciar a planificar el trasplante. En nuestras siguientes publicaciones de la semana hablaremos de todo lo que necesitas conocer a cerca de los almácigos, su cuidado, tipos de riego y condiciones adecuadas para su óptimo funcionamiento.
Siembra en Semilleros o Almácigos
Se utiliza cuando queremos proteger las semillas de condiciones meteorológicas adversas (o poco propicias para su germinación y crecimiento), cuando queremos aumentar las probabilidades de germinación, cuando las plántulas son más delicadas, etc.
Podemos preparar los almácigos reutilizando pequeños recipientes o adquirirlos ya hechos y, dependiendo de las condiciones externas, pueden estar al aire libre o cubiertos para evitar el viento, heladas o lluvias copiosas.
Germinación
Con esta forma de siembra tenemos mayor control sobre el proceso de germinación y de crecimiento de la plántula, eso sí, después habrá que trasplantarlas y durante este paso debemos ser muy cuidadosos para no provocar daños en las raíces y producir estrés en la pequeña planta.
Qué Usar un Vivero o Almácigo?
Independientemente del origen de una planta, ya sea a partir de una semilla, de un segmento o por cultivo de tejidos, los primeros días de vida son los más críticos para su sobre vivencia.
Con el propósito de lograr que un mayor número de plantas sobreviva a esta etapa se utilizan instalaciones especiales en las que se manejan las condiciones ambientales y se proporcionan las condiciones de crecimiento más favorables para que las nuevas plantas continúen su desarrollo y adquieran la fortaleza necesaria para trasplantarlas al lugar en el cual pasarán el resto de su vida.
Por esto, el diseño de un vivero es un aspecto fundamental para llegar a obtener plantas listas para su siembra.
El Sustrato
Tipos de Sustratos
El sustrato es el material o mezcla de suelo en la que se va a sembrar la semilla. Puede afirmarse que casi cualquier material es potencialmente utilizable como medio de cultivo si se le prepara adecuadamente para servir como tal y si se le maneja correctamente durante el cultivo mismo.
Este manejo atañe principalmente lo referente al régimen de irrigación y éste se encuentra incondicionalmente unido a las propiedades físicas de dicho medio, al funcionalismo hídrico de las plantas que se cultiven y a las condiciones climatológicas en las que se desarrollan.
Material Orgánico
Pueden utilizarlo para el llenado de las bolsas sólo o mezclados con material orgánico y tierra “pesada” (arcillosa). Las mezclas proporcionalmente tienen relación 1:1:1, esto es: 33% de arena, 33% de materia orgánica (estiércol vacuno, hojarasca, etc. Ésta debe estar bien descompuesta, seca, cernida y desinfectada) y 33% de suelo franco.
Existen varias marcas de sustratos comerciales para germinación de semillas y producción de plántulas. Cuando se utilizan sustratos comerciales para producir plantas en charolas o bandejas, pudiéndose combinar estos sustratos con materia orgánica (ésta debe estar bien descompuesta, seca y cernida), tierra de aluvión a franca para mayor rendimiento y con buenos resultados. Por lo general, los sustratos comerciales vienen enriquecidos con minerales y pH ajustado (pH 5.5-6.5).
Desinfección
Debido a que el sustrato que se utilice para la siembra será el medio de desarrollo del sistema radical y por consiguiente del suministro de los nutrientes y el agua para el óptimo desarrollo de la futura planta, es necesario la desinfección del mismo cuando utilicemos suelo como tal, ya sea sólo o mezclado con materia orgánica (estiércol vacuno, gallinaza, hojarasca, bagazo, etc.).
Suelo
Es común que el suelo sea el hábitat de muchos seres vivos y algunos de éstos son dañinos para el cultivo de la papaya como son: hongos, plagas (particularmente nematodos) y semillas de malezas.
El agroquímico más usado para la desinfección del suelo o sustrato es el bromuro de metilo (gas) usando 1 libra / m3 de suelo, el sustrato se debe tapar con un plástico para asegurar su desinfección y que el gas se distribuya uniformemente. Su aplicación debe hacerse con cuidado ya que es muy tóxico. Se aplica con un dosificador. El sustrato se deja tapado de 48 – 72 horas. Se destapa y se ventila durante 24 horas.
Viveros muy bien conservados.
Otra manera práctica de desinfección del sustrato, es la aplicación de Furadán 350 L ® (Carbofurán 33.21%) líquido a razón de 500 ml. por 200 Lts. de agua adicionándole Captan ® (Captán 50%) o Tecto 60 ® (Tiabendazol 60%) a razón de 300 gramos respectivamente.
También se puede aplicar con efectividad Furadán 350 L ® (Carbofurán 33.21%) a razón de 500 ml + Previcur N ® (Propamocarb clorhidrato 64%) y Derosal 500 D ® (Carbendazim 43%), a razón de 250 ml y 200 ml respectivamente, todo en 200 litros de agua.
La desinfección se debe realizar con una semana de anticipación antes de la siembra y se le agregan 50 mililitros de la mezcla a cada bolsa, éstas deben de tener perforaciones para un buen drenaje, después de aplicar la mezcla, hay que regar todas las bolsas para percolar el producto y que todo el sustrato quede desinfectado.
Contenedores o Macetas
Siembra de la semilla pre germinada
Esta labor es muy importante ya que un mal manejo puede ocasionar mermas o pérdidas importantes de plántulas. La semilla pre germinada se transporta en un recipiente que mantenga la humedad con franelas para evitar deshidratación.
La siembra de la semilla se debe de realizar a 1 cm. de profundidad.
Colocando una semilla pre germinada por bolsa, antes de la siembra los contenedores deben estar húmedos. Una vez sembrada la semilla se tapa con germinaza o con tierra desinfectada, se riegan las bolsas y se cubren con periódico, zacate, gramilla o tela de Agribón y se retira cuando se observan las primeras emergencias de las plántulas, es importante que las bolsas tengan perforaciones para el drenaje.
Se mantiene la humedad de la bolsa sistemáticamente y de forma adecuada, teniendo presente las condiciones climáticas. Si no se cumple con la humedad sistemática, se producen pérdidas considerables de plántulas. Se debe eliminar la maleza que brote o germine antes que la papaya cuando se utilice el suelo como sustrato y no se desinfecte con bromuro de metilo.
Protección del vivero
La forma de protección del vivero es muy variada, puede partir de palapas colocadas tanto para la protección contra el viento y/o como cobertizo superior. En época de lluvia se le debe poner techo de plástico para evitar el ataque de damping-off en las plántulas.
Regulación y control de la luz
Para ir regulando la luz en la medida que crecen las plantas, se pueden realizar sombras mediante plástico o mallas y si se cuenta con un invernadero adecuado, se deberá ir regulando la luz en relación al desarrollo de la plántula.
Es recomendable realizar protección con plástico o tela de Agribón® alrededor del vivero contra las plagas y/o animales. Para mayor efectividad en el control de la luz, así como protección contra las plagas, es el utilizar mallas antiáfidas y de sombra con un 50-60% de regulación de luz.
Riego
El tiempo o frecuencia de esta labor está en función directa del tipo de sustrato, tamaño de la planta y del medio ambiente en el que está el vivero. Las plántulas en el vivero se deben de mantener con humedad constante, manteniendo el suelo o sustrato siempre a capacidad de campo. El agua que se utilice debe ser de pozo o del sistema de agua potable, nunca se debe utilizar agua estancada, salina o con altos niveles de Cloro (Cl) o Sodio (Na).
Control de enfermedades
Se aplican mezclados, dirigidos al cuello de la planta en forma preventiva y/o curativa a partir de los primeros días de la emergencia.